
¿Los deberes del nuevo colegio, el teletrabajo del nuevo empleo o simplemente ha llegado la hora? Siempre hay un buen motivo para dar nueva vida al escritorio. Y elegir la luz más adecuada es indispensable para empezar con buen pie.
Para el teletrabajo
Para favorecer la concentración, es fundamental crear un escritorio cómodo. Sobre la superficie de trabajo, pocos objetos: el portátil, la agenda, los documentos a revisar. ¿La luz perfecta? La natural, entre 3000 y 4000 K según el entorno y la exposición. Y si se trabaja mucho con el ordenador, hay que optar por una luz indirecta, que no canse demasiado la vista.

Photo @flaviaaippoliti
Perfecto, entonces, un Alzaluce para colocar en un lado del escritorio, completado con una pantalla que combine con el estilo de la habitación. O, ¿por qué no?, un Fermaluce para fijar en la pared, orientable o con pantalla UFO y bombilla con acabado metálico, que no solo garantiza una luz indirecta, sino que también es extremadamente estiloso.
Para el estudio
Hay quien no ve la hora de que empiece el colegio, quien simplemente se resigna a la idea, y quien retoma los libros después de un tiempo para mejorar sus competencias o aprender un nuevo idioma. En todos estos casos, hay que elegir una luz que no canse la vista, sobre todo si se va a leer durante muchas horas. Lo ideal es colocar el escritorio junto a la ventana, aprovechando al máximo la luz natural. Cuando esta falta, hay que crearla con lámparas que eviten la formación de sombras. Así que sí a cualquier luz que se pueda regular cada vez que sea necesario.

Foto @hedonism.bohome
Perfectas las Table Flex o la GU1d-one Pastel, las lámparas de mesa articuladas que ayudan a focalizar la atención en el punto justo, quizá combinadas con el Mini foco SPOTLIGHT GU1d0 Flex 60 para pared y techo.
Para perseguir los sueños
A veces no te sientas en el escritorio para realizar una tarea, sino para escribir una carta de amor, planear un viaje exótico, construir una maqueta de coche con palillos (lo admitimos, esto quizá no pasa tan a menudo…). El escritorio puede así convertirse en un lugar íntimo, donde se sueñan castillos en el aire, y la lámpara que coloques debe iluminar tus sueños.

Foto @eve_homesweethome
Posaluce Cubetto, en su versión más colorida y pop, así como en la más natural con la madera como protagonista, es la lámpara perfecta para quienes quieren dar forma a un pensamiento o una aspiración, al igual que Taché lo es para quienes disfrutan pensando fuera de lo común. Y para quienes no pueden quedarse quietos cuando les llega la inspiración, tenemos Magnetico®-Plug Elegant, el portalámparas capaz de adherirse a cualquier superficie férrica plana, vertical u horizontal, que se puede mover y orientar según las necesidades, y que se convierte en una lámpara de mesa o de pared en pocos instantes.
¿Y si el escritorio está en el salón?
Quien ha colocado el escritorio en el salón necesita que este se integre con el resto del mobiliario, evitando el terrible “efecto caos” que muchas mesas de trabajo adquieren en un abrir y cerrar de ojos. El imperativo, en este caso, es uno: orden, guardando en una caja o en un cajón cada objeto cuando no se necesite. Pero no basta. Presidiendo el escritorio hace falta una lámpara no solo funcional, sino también bellísima.

Alzaluce, Posaluce y lámparas de mesa con elegantes pantallas: hay muchísimas creaciones firmadas por Creative-Cables para comprar tal y como las hemos imaginado, listas para encender sobre el escritorio, o bien para personalizar hasta el más mínimo detalle. Para creaciones a medida que se adaptan a cada ambiente, aportando un toque especial.