¿Triste y aburrido o limpio y brillante? Cada persona ve el blanco de forma diferente. Algunos están enamorados de la pureza inmaculada de este tono, otros lo dosifican con moderación porque lo perciben como frío o falto de personalidad. En realidad, el color blanco, con su extrema luminosidad y sus múltiples matices (del perla al marfil pasando por el hielo), aporta luz a cualquier estancia y puede mezclarse fácilmente con otros colores, para obtener resultados notables.
También puede ser muy diferente y ser un valioso aliado para los que quieren dar calidez a una habitación (basta con elegir un blanco con reflejos amarillos o rosas) o tener una habitación más contemporánea (son mejores los reflejos fríos, azules o grises). Hay mil razones, en definitiva, para añadir una lámpara blanca a tu decoración: aquí tienes algunas sugerencias para encontrar la adecuada.
¿Colgada en el centro del salón y de tamaño generoso, o en focos alineados para resaltar la placa de cocina y acompañar la preparación de deliciosos platos? Gracias a su versatilidad, una lámpara blanca puede ser la solución adecuada en ambos casos. Y sí, será fácil combinarla tanto con muebles contemporáneos de líneas esenciales como con propuestas más clásicas de líneas suaves y elegantes. No es seguro que no haya que tomar ciertas precauciones antes de proceder en la compra. Entre ellos, el tamaño de la habitación que albergará la lámpara, el uso que se hará de la misma, si habrá otras lámparas o candelabros y, por último, la altura del techo.
Las lámparas de pared pueden sustituir al tradicional punto de luz en el techo, resaltando un elemento u objeto concreto de un espacio. Por lo tanto, está prohibido pensar que su elección es más sencilla y menos exigente que la de la clásica lámpara multicaída. Hay que prestar aún más atención si se decide a comprar un aplique totalmente blanco, porque las líneas deben estar absolutamente coordinadas y en armonía con el resto de la decoración. ¿Un consejo extra? Si te gusta el estilo moderno y limpio, apuesta por una lámpara blanca sin pantalla y combínala con una bombilla de diseño. Preciosa y con clase.
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Protagonista absoluta del escritorio (y tenemos las lámparas perfectas para amueblarlo con estilo), pero también de la mesa de centro de la entrada o del mueble junto al sofá, la lámpara de sobremesa no es sólo un elemento decorativo, sino también funcional que debe iluminar lo mejor posible una parte de la habitación. Por ejemplo, un sillón o el cabecero de la cama, para leer novelas de misterio o colorear pequeños mandalas. A continuación, tendrás que considerar si es mejor una lámpara direccional o una con luz difusa, si la luz debe ser más fuerte o más suave, si prefieres un brazo ajustable o una lámpara fija. Una vez establecidos los puntos básicos, deja volar tu imaginación con las numerosas lámparas blancas que puedes encontrar en nuestra web.
Si tienes una lámpara colgante o de mesa a la que le tienes cariño pero que ha perdido parte de su encanto con el paso del tiempo, puedes darle una nueva vida simplemente revitalizando algunos componentes. ¿Qué puede marcar la diferencia y que sólo encontrarás en Creative-Cables? ¡El cable! Imagina un cable textil: brillante, con purpurina o peludo, redondo o trenzado, totalmente blanco o con combinaciones de colores especiales, y lo encontrarás en nuestra web. Una forma sencilla y eficaz de hacer que tu vieja lámpara blanca parezca nueva.
De tela o de metal, con forma de cúpula o de jaula, la pantalla no es sólo la pantalla que se aplica a la parte superior y que impide la expansión de la luz o atenúa su intensidad, sino una parte fundamental de la lámpara, que define su esencia y su estilo. Para ser proporcionadas y no crear desequilibrios, para las lámparas de mesa la norma es que la pantalla no supere los 2/3 de la base, mientras que para las lámparas colgantes no hay límite de tamaño (¿has visto nuestra pantalla Sfera Light XXL?). El color blanco ayudará a la pantalla a dar a la habitación sencillez y elegancia.
Con un aspecto vintage o una esencialidad contemporánea, los portalámparas son el corazón de la propia lámpara y comunican su esencia. Así que aquí te mostramos las soluciones de baquelita, quizás con un interruptor para colocar en una habitación con sabor clásico, o los portalámparas de exterior para combinar con una guirnalda blanca que dará luz con estilo a un dormitorio o una terraza.
Quien busca un producto de diseño quiere una solución que garantice no sólo la eficacia, sino también la belleza del propio objeto. No se trata de un placer ostentoso, lujoso o de moda, sino de una belleza funcional, que realza todo el entorno más que el propio producto. Por su capacidad de adaptarse a cualquier habitación, iluminándola y realzándola al máximo, una lámpara blanca puede convertirse fácilmente en un objeto de diseño. Elige entre todas las soluciones posibles y personalízalas al 100%. Gracias al configurador disponible en nuestra web, tendrás realmente...carta blanca.